Puede que una de las D.O. más conocidas sea el Penedès. ¿Por qué? Porque es la cuna del afamado vino espumoso catalán por excelencia: ¡el cava! Nació en 1872 en la masía Can Codorniu. Lo que pocas personas saben es que su aparición se debe a la plaga de un insecto de origen americano (la filoxera) que arrasó Europa y obligó a las y los viticultores locales a agudizar el ingenio: del injerto entre diversas variedades de uva nacía esta nueva que transformaría radicalmente el sector. El evento fue tan importante, que en el pueblo de Penedès se celebra cada septiembre la Fiesta de la Filoxera escenificando los hechos. ¡No os la podéis perder para disfrutar del buen ambiente!. Por su parte, la D.O. Tarragona es la reina de la uva blanca y, especialmente, de la variedad tempranillo.

Destaca por sus bodegas cooperativas modernistas, y por la espectacular Catedral del Vino que se encuentra en el pueblo de Nulles, a 20 kilómetros de la capital. Se trata de una joya modernista diseñada por César Martinell en 1917, hoy reconvertida en la bodega cooperativa Adernats. Pero fue en la D.O. Conca de Barberà donde se abrió la primera bodega cooperativista del Estado en 1894. Esta denominación de origen ha apostado por reivindicar las variedades autóctonas como seña identitaria. Es rica en uva blanca, perfecta para elaborar el cava.

La que lo tenía más complicado debido a su abrupta orografía era la D.O.Q. Priorat, de escarpadas laderas y terrenos de escasa fertilidad y difícil cultivo. Sin embargo, en los años 80, cinco viticultores lo vieron claro, y las cuatro bodegas de tinto que había entonces se han convertido en más de una centena en la actualidad. Contra todo pronóstico, el Priorat se ha consolidado como máximo objeto de deseo de los inversores, que pugnan por poder afincarse y producir la variedad estrella local: la cariñena y la garnacha negra. No por nada, esta es la denominación con más vinos premiados con la máxima distinción, Vi de finca (vino de finca).

La D.O. Terra Alta comparte con el Priorat su climatología extrema, ya que está bastante lejos del mar. Cuenta con inviernos fríos y veranos extremadamente calurosos, además de dos tipos de viento: el cierzo (de montaña) y el garbí (que procede del mar). Sin embargo, estas son condiciones excelentes para la producción de su garnacha blanca, que ha ganado más de 10 medallas de oro en los prestigiosos premios internacionales Grenaches du Monde. Ahí es nada.

Por último, os presentamos a la D.O. más joven de Tarragona: Montsant, creada en 2001. Destaca por su vino tinto, concretamente por la garnacha y la cariñena. Pero hay más. ¿Sabías que ha sido la primera de la península en elaborar vino kosher, siguiendo las estrictas normas derivadas de la ley judía?